Autor: Brígida Renoldi
El invento de la “droga”, como categoría de clasificación de substancias y efectos, se inscribe en una historia de prohibiciones que condicionó la relación entre el hombre y los medios por los que alcanzaba determinados estados psicofísicos y espirituales. La centralidad que fue adoptando el individuo, como noción moderna de persona, contribuyó con este proceso clasificatorio al afirmar una serie de dualismos, como la distinción entre hombre y naturaleza que presupuso el dominio racional del primero sobre la segunda. No se trató simplemente de distinguir elementos en una escala de nocividad, sino también de asociar a ellos formas de conducta derivadas de los efectos, que conservan hasta hoy un claro sentido moral basado en las oposiciones entre salud/enfermedad y legalidad/ilegalidad. Sobre estas configuraciones se sentaron las bases de las políticas de drogas a nivel sanitario y de seguridad pública, dominadas de manera general por el paradigma medicalizante y represivo. Basada en la historia de las prohibiciones, en las características de la política mundial de drogas y en estudios etnográficos sobre prácticas en ámbitos de atención, de investigación judicial y de control policial, procedo a explicitar el trasfondo conceptual que define universos morales desde el punto de vista del Estado, así como a un análisis de las consecuencias implicadas en algunas iniciativas de cambio que cuestionan parcialmente los principios que rigen la política actual en términos legislativos, de seguridad y de salud.
Palabras clave: Políticas de drogas; drogas ilegales; ilegalidad; enfermedad